“Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 3,2)
Parece que donde quiera que vayas en el mes de Diciembre las personas hacen la misma pregunta. En el supermercado, la cajera te dice: “¿Está usted listo (a) para la Navidad?” En el banco a través de la ventana, te saludan con un: “¿Está usted listo (a) para la Navidad?” En el consultorio del médico – “¿Está usted listo (a) para la Navidad?” Creo que la respuesta a esa pregunta depende de cómo se defina la palabra “listo (a)”.
Deja que te haga esta pregunta ahora a ti: “¿Estás listo (a) para Jesús?”
Ahora se pone la idea de estar “listo (a)” en una luz completamente diferente la Navidad, no?
Juan el Bautista fue enviado por Dios para que la gente estuviera dispuesta a encontrarse con Jesús. Esto es lo que Mateo tenía que decir acerca de él:
“En aquellos días, vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Este es Aquel de quien habló el profeta Isaías: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca.” “Una voz grita en el desierto, “Preparen el camino del Señor, háganle sendas derechas.” “La gente salía a él de Jerusalén y toda Judea y toda la región del Jordán. Confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán.” (Mateo 3:1-3, 5-6). El mundo no es muy amante de las palabras “arrepentirse” o “arrepentimiento”. Pero son buenas palabras.
Significa: Hacer un cambio radical en la vida de uno, de girar e ir a la direccion opuesta del pecado hacia Dios. Arrepentimiento implica un elemento de dolor por la forma en que hemos vivido separados de Dios y la decisión de correr hacia Dios. Esa fue la idea de Dios de la manera de prepararse para la llegada de Cristo en el libro de Mateo, y sigue siendo la idea de Dios de la llegada de Cristo hoy.
Estas tu lista para Jesus?
por Sharon Jaynes
MUJER TU SI PUEDES