MUJER TU SI PUEDES

Una Mujer Sabia


Que Dios motive a las mujeres presentes en esta mañana a querer ser ejemplares en su conducta, y sabias en su hablar y en todo su proceder. Que como Abigail puedan saber utilizar la sabiduría para beneficio de sus casas. Y que como Sara, puedan usar la gracia divina para ser de bendición a sus esposos. Que sean mujeres que edifican su casa sabiamente, temiendo a Dios sobre todas las cosas. Y que no sean necias “derribando” sus propias moradas.

La historia de Abigail

No se cuantos se habrán dado cuenta que muchas veces hay mujeres sabias casadas con hombres necios. El caso de Abigail fue uno de esos y es importante para nosotros en este dia porque aunque el Esposo de Abigail fue un hombre necio, ella siguió siendo una “mujer sabia”.
Murió Samuel, y se reunió todo Israel y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Después David se levantó y descendió al desierto de Parán. Y había un hombre en Maón que tenía sus bienes en Carmel; el hombre era muy rico y tenía tres mil ovejas y mil cabras; y estaba en Carmel trasquilando sus ovejas. El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer era inteligente y de hermosa apariencia, 1Samuel 25:1
Esta mujer supo ser fiel a su marido a pesar de la necedad que había en el. Se nos dice de Nabal, el esposo de Abigail que: “…pero el hombre era áspero y malo en sus tratos, y era calebita.”
Abigail dio la cara sabiamente para proteger la vida de su esposo Nabal y toda su casa. Esa era una mujer muy sabia y muy valiente:
Entonces David dijo a Abigail: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme, bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has impedido hoy derramar sangre y vengarme por mi propia mano. 1Samuel 25:32

La Vida Sara

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar vuestra conducta casta y respetuosa. Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor. 1Pedro 3,1

por Jorge L. Trujillo

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Acerca de mí

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Coolaborando en el Reino junto a mi esposo a orientar, guiar a familias a descubrir sus llamados y propositos de Dios en sus vidas, teniendo un matrimonio sano, lleno de vida y luz en Cristo Jesus. Me deleito en compartir con toda mujer, temas que nos ayudan a ser mejores mujeres cada dia.