Desde muy nin-a, jugando son-aba en tener mi esposo e hijos.
Vestia a la novia como una princesa, perfecta desde su pelo, vestido, zapatos y accesorios. Tomaba 2 munecas imaginandome ser mis supuestos hijos. El ambiente (mi cuarto) lo preparaba hermoso, con musica instrumental y hacia de cuenta que tomaba el te, con mis amigas. Todo lucia muy bien, excepto que faltaba algo importante.
El novio. Si, eso hacia falta. Sabia que era parte de mi sueno, pero solo tenia una leve idea de como queria que yo fuera esa persona tan importante para mi.
Un caballero esplendido, generoso, pendiente del ultimo detalle, amoroso, un buen esposo. Responsable, trabajador, un buen amigo, un buen hermano y un buen hijo,"un principe azul"...
Pasando el tiempo, me converti en una joven, dispuesta a alcanzar todo lo que me propusiera.
Feliz, sonriente, apasionada por todo lo que emprendia, amistosa y positiva a la vida.
Recuerdo en mis horas libres en el colegio, tomar un papel y un lapiz y era alli que empezaba mis historias y mi mente a volar.
Escribia mi nombre y el de mis dos hijos. Se sorprenden? No lo hagan! Si, escribia el nombre de Daniel y el nombre de Isabella, una y otra vez, llenando toda la pagina de un cuaderno. Daniel e Isabella, Isabella y Daniel.
Paso el tiempo y llego el ano 1993 y fue un 14 de Febrero que conoci a mi actual esposo en el dia de su cumpleanos. Un poco tiempo despues, decidimos unir nuestras vidas y en el ano 1995 nace un nino hermoso, dulce y jugueton llamado Luis Daniel y fue en el ano 1998 que nace el angel mas sonriente y bello llamada Isabella.
Despues de casi 18 anos, iba manejando y meditando, haciendo una recopilacion de mi vida, al mismo tiempo de escuchar una melodia.
Dandole gracias a Dios por todas sus bendiciones, fue cuando hice una pauta y al escuchar Su susurro a mi oido, hablando como solo habla El Principe de Paz, Jesus, fue cuando "el mundo paro de girar" y concentrandome en lo que El decia, fue que entendi, que siempre estuvo alli.
En ese cuarto, en ese salon, en ese dia, en ese hospital, aun en esa cavina del carro, estaba El.
Todos mis deseos, habian sido cumplido conforme a El.
Si, ese anhelado esposo, esos dos hijos, mi familia, mi regalo. Exactamente como lo desie. No les hacia falta nada mas. Eran el regalo dado por Dios para mi.
Ahora tenia que cuidarlo, cultivarlo, arreglarlo y darle un especial valor, ya que era dado a mi por el Rey.
Si tu mujer, tienes tu regalo, igual, cuidalo y estimalo como el tesoro mas grande que es: Tu Familia.
Asi, estaras dandole valor a Dios como agradecimiento por todo lo que El te da y suple.
Y si aun, no lo tienes. Creelo y lo tendras, por que "Al que cree, todo le es posible"
Mujer, tu si puedes!
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