MUJER TU SI PUEDES

HABLAR O NO HABLAR


Una mujer sabia aprende la diferencia.- por Sharon Jaynes
En la Biblia, Ester es un ejemplo maravilloso de una mujer muy inteligente que sabía que el tiempo era crucial. Después de mucha oración, el ayuno y la deliberación, se presentó ante el rey para hacer una petición por su pueblo. Era una petición importante ya que todo el pueblo hebreo estaba en juego. En vez de arrastrarse a los pies del rey en consternación, ella con mucha calma lo invitó a cenar. Cuando el rey asistió a la velada a la noche siguiente, una vez más, invitó a Ester poder hacer su solicitud.
Una vez más, ella lo invitó a cenar la noche siguiente.
En el segundo partido de la cena, el rey ofreció sin embargo una tercera oportunidad para Ester poder hacer su petición. Por último, Ester reveló la trama del malvado Amán para aniquilar a toda la nación hebrea, que incluía su vida también.

Es una historia increíble y les animo a leer el libro de Ester por ti misma.

He aquí una lección en el drama: Ester tenía una petición muy importante para el rey, sin embargo, todo era cuestión de tiempo. Claro, ella podría haber hecho la solicitud la primera vez que se acercó al rey y le extendió el cetro de oro en señal de aprobación. Sí, ella podría haber hecho su solicitud en la primera cena que le ofreció cualquier cosa que ella hubiese deseado, incluso hasta la mitad de su reino. Pero había algo en el espíritu de Esther que la llevó a esperar. No era el tiempo correcto.
Aunque la Biblia no nos dice directamente, creo que Ester estaba escuchando a Dios. Creo que el Espíritu Santo le decía que esperara. Debido a que ella misma hizo la pregunta, para hablar o no hablar, y luego habló cuando fue el momento adecuado, toda la nación hebrea se salvó.
Ese es el poder de las palabras de una mujer que se expresan en el momento adecuado.

“Hay un tiempo para todo, y una estación para cada actividad bajo el cielo … un tiempo para callar y un tiempo para hablar” (Eclesiastés 3:1,7).

OREMOS: Señor, a veces hablo demasiado. Ayúdame a saber cuándo hablar y cuándo guardar silencio. Y Señor, dame el auto-control y el coraje para hacer las dos cosas en el tiempo adecuado.
En el Nombre de Jesús, Amén.

Job dijo: “Puse mi mano sobre mi boca.” Apuesto a que tu mano es un ajuste perfecto

MUJER TU SI PUEDES

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Coolaborando en el Reino junto a mi esposo a orientar, guiar a familias a descubrir sus llamados y propositos de Dios en sus vidas, teniendo un matrimonio sano, lleno de vida y luz en Cristo Jesus. Me deleito en compartir con toda mujer, temas que nos ayudan a ser mejores mujeres cada dia.